Hola a todos!
Hoy traemos al blog una historia que desde Glimar nos resulta conocida, porque han pasado muchas personas por este espacio que, sin haber dejado un trabajo fijo, inician un proyecto propio de manera simultánea. La tarea requiere organización, manejo de los tiempos y sobre todo, mucha pasión.
Todos estos condimentos están en la vida de Romina y Paula, dos amigas que hace algunos meses, se convirtieron en socias y dieron comienzo a BenditaMadera Objetos Únicos, un espacio de eco diseño, reciclaje y restauración de muebles y objetos, en donde cada mueble u objeto que llega es tratado con mucho cuidado y dedicación para conservar su esencia.
La historia de estas dos amigas empieza, como todas, con una búsqueda interna. Movidas por la necesidad de hacer algo propio, algo que las inspire, que las haga utilizar la creatividad y que les genere pasión. Nada menos! La inspiración llegó de ver y escuchar un montón de gente que ama lo que hace, esto sembró la semilla para experimentar lo mismo. “Muchas veces la gente quiere emprender algo y no sabe bien qué. Es importante conectar con lo que a uno le gusta hacer. ¿Qué hacemos en nuestro tiempo libre que nos haga bien? Y pensar un proyecto asociado a eso. Después, cuando uno pone en palabras lo que quiere hacer todo se va acomodando para que suceda.”, nos cuentan las chicas. Y sí, detectar esos motores internos que nos motivan y nos llevan a hacer las cosas de una manera diferente es el primer paso para identificar qué camino nos gustaría seguir.
Romina y Paula no dejaron sus trabajos, sino que llevan adelante BenditaMadera en su tiempo libre. Cuando les preguntamos cómo se organizan, la respuesta fue clara: “En un principio BenditaMadera nació como un espacio para disfrutar pero de a poco fue creciendo hacia lugares que no imaginábamos, entonces modificamos la forma de administrar el tiempo, ya que cada rato libre cuenta para hacer cosas y es mucho el tiempo que uno tiene que invertir para estar conforme con los resultados. Por eso todos los sábados nos juntamos en un espacio prestado a crear nuevos objetos desde otros ya existentes. Los reciclamos y le damos una nueva vida.” Uno de los pilares para convertir un hobbie en un proyecto es tomarlo como tal, definir roles y horarios fijos, asignar tareas y espacios para llevarlas a cabo. Así, un proyecto va tomando forma, va encontrando su lugar para seguir creciendo.
Y el crecimiento también lleva a otro tipo de cambios: “Empezamos a conectarnos con gente que nos capacite, encontramos el lugar perfecto para trabajar, recibimos datos y contactos útiles; y así todo se fue dando para que BenditaMadera tome la forma que soñamos.” Capacitarse, generar contactos que aporten nuevas ideas al proyecto es otra forma de darle vuelo.
Por último, les preguntamos sobre las ganancias y las pérdidas de la decisión de encarar un emprendimiento conjunto. Esto nos contaban: “Ganamos una cantidad enorme de nuevos conocimientos, aprendizajes, técnicas, ganamos en alegría porque cada nuevo objeto que terminamos nos llena de emoción porque lo hicimos a nuestro gusto y con nuestras manos. Aprendimos a poner nuestra energía en crear, en pensar, en idear nuevos proyectos. Y perder, no perdimos nada. Porque todo lo que hacemos es en función de lo que nos da placer y a medida que pasa el tiempo cada una se especializa en lo que más le gusta y eso hace que nos complementemos.”
Eso sí, las chicas cumplen en advertir que BenditaMadera, como cualquier emprendimiento propio, no es tarea fácil: “¿Qué le diría a alguien que está por empezar? Que a un proyecto hay que dedicarle más tiempo de lo que una imagina para que funcione, ya que uno cumple todos los roles, desde lo macro hasta lo micro, pero si estás haciendo lo que te gusta no es tiempo perdido ni mal invertido.”
Gracias por contarnos su historia, les deseamos un feliz crecimiento!
Y los invitamos a todos a conocer cómo Romina y Paula le dan una nueva oportunidad de brillar a todos los muebles y objetos que pasan por BenditaMadera:
benditamadera.ar@gmail.com
Bien chicas, que buena historia. Gracias por inspirar, y además por insistir en un proyecto a pesar de tener otro trabajo.
Inspirar…. De eso se trata. De encontrar un camino propio que llene el corazón de alegría y por que no… El bolsillo también. No sin olvidarme de clientes felices que disfrutan de la vuelta de tuerca que produce mirar un objeto viejo y transformarlo para revivirlo y que reine en nuestro puerto seguro, nuestro hogar,a través de la resiliencia que le dan las manos y el genio creativo de Bendita Madera.