Hace cuatro años nació Glimar con una idea que por ese entonces sonaba algo alocada. Porque el éxito en el trabajo dependía de la estabilidad que ese trabajo nos diera, del confort y la seguridad que tuviéramos en nuestra vida. Hace cuatro años nos animamos a pensar que un trabajo puede ser algo más que eso, que el dinero y la estabilidad económica no son evidencias de una vida feliz, no son suficiente recompensa para una actividad que suele demandarnos muchas horas.
Hace cuatro años se nos ocurrió pensar que un cambio en la manera de vivir el trabajo era posible, porque nos cruzábamos con cada vez más personas que no estaban contentas con su rol laboral, algunas sin cuestionarlo, pero otras con muchas preguntas que necesitaban primero ser escuchadas y después iniciar el proceso de búsqueda para llegar a encontrar algunas respuestas.
Fueron cuatro años de mucho trabajo y dedicación para que Glimar sea hoy un espacio por el que pasaron muchísimas personas. Algunas se llevaron nuevas ideas, preguntas, permisos y otra forma de ver el trabajo. Pero para muchas su paso por Glimar fue un antes y un después en su vida laboral. Y eso hace que el balance de este 2015 sea altamente positivo y satisfactorio.
Entre las asesorías individuales y los talleres este año conocimos a cientos de personas a lo largo de todo el país, lo que renueva nuestra convicción de que el cambio es posible, que la idea del trabajo sacrificado como un medio para lograr un fin material ya no nos cierra a muchos. Que cada día somos más los que estamos dispuestos a renunciar a cuestiones estables en función de sentirnos más plenos y más vivos con lo que hacemos.
Y terminamos de confirmarlo a través de la campaña #YoElijoEmprendimiento, que surgió desde la idea de sembrar la semilla para que cada vez más gente tome conciencia de lo importante que es apoyar a los proyectos que tienen personas e historias de vida detrás. Porque cambiar la forma de pensarse trabajando también es cambiar la forma de pensar en cómo usamos el dinero que ganamos.
La campaña tuvo un impacto que ni siquiera nosotras esperábamos, llegando a más de 200.000 personas en todas las redes sociales.
El 2015 para Glimar fue crecimiento y consolidación. Que tantas personas hayan estado en contacto con este proyecto a lo largo de este año es muy hermoso, porque para los que hacemos Glimar eso es trabajar: hacer que pasen cosas importantes en la vida de otros porque eso hace que sean importantes en nuestra propia vida. Eso nos permite sentirnos orgullosas cuando decimos a qué nos dedicamos, que nos de alegría hacer un balance a fin de año, que nos de energía para sostener ese crecimiento de cara al 2016 con entusiasmo y dedicación.
Por eso queremos agradecerle a todas las personas que estuvieron junto a Glimar este año: a quienes asesoramos, a quienes participaron de los talleres y a quienes siguen las historias y los contenidos que compartimos en este blog. Deseamos que el 2016 renueve las energías y los deseos para que todos podamos vivir de los que nos gusta.
Hasta el año que viene!