0323_happyshifting

Hola a todos!

Hoy queremos compartir con ustedes otra de las tantas maneras de ver el trabajo que, como sociedad, nos hemos permitido en los últimos años: los happyshifters, aquellas personas que en algún momento deciden realizar cambios laborales basados en el bienestar. Dicho así suena muy lógico, pero no debemos olvidarnos que, incluso hoy en el 2016, todavía sigue arraigada la idea del trabajo como un sacrificio, algo así como morir un poco de lunes a viernes (algunos prolongan la agonía en sábado y domingo) para vivir solamente en las vacaciones o en los días no laborales.

Si bien no es un concepto nuevo, allá por el siglo XVII personajes como Rousseau y Benjamin Franklin ya sostenían que la vida laboral podría estar en el centro de cada deseo de felicidad, en los últimos años las nuevas generaciones se permitieron repensar el rol que tiene su actividad laboral en su vida. Así es como los happyshifters entienden que el trabajo es una actividad más que puede proporcionarles satisfacción. Desde el momento que terminamos la escuela y empezamos a pensar en estudiar una carrera «para toda la vida», aprendemos a cargar de una importancia exagerada nuestra actividad laboral. Cuando orientamos nuestras elecciones buscando nuestra felicidad, el foco de nuestra atención cambia, y podemos pensar nuestro trabajo como un elemento más para alcanzar esa felicidad.

Cuando invertimos esta manera de ver el trabajo, esa carga pesada empieza a desaparecer, entonces podemos encararlo con más optimismo, con más alegría y el cambio empieza a darse desde adentro. Porque ya no vamos a permitirnos estar ocho horas en un lugar que no nos motive o no nos haga sentir bien, porque nuestra felicidad se convierte en un objetivo prioritario.

¿Y no es obvio poner en primer plano nuestra felicidad para tomar decisiones? Parece obvio, pero estamos muy acostumbrados a vincular el trabajo con cuestiones como el progreso, el rédito económico, la estabilidad y tantas otros beneficios que no siempre están vinculados con la felicidad y el bienestar personal. Es por eso que pensar el trabajo desde esta nueva perspectiva es el primer paso para convertirnos en happyshifters y finalmente llegar al cambio hacia nuestra felicidad.

¡Hasta la próxima!