¡Hola a todos!
La protagonista de esta historia tiene larga data en el mundo emprendedor, porque hace 8 años decidió abrir su propio camino laboral para dedicarse a lo que le gustaba. Así Lou Lávaque, fundó Almacén de Lou y durante siete años se dedicó casi exclusivamente a vender productos que ella misma hacía: cuadernos en varias formas y estilos y algún que otro producto en papel.
Pero como todos los caminos creativos, el recorrido emprendedor de Lou también tuvo sus giros y el viaje fue tomando un nuevo rumbo: Lou cada vez encuadernaba menos y diseñaba más. Esto la llevó a explorar técnicas creativas, hasta plasmarlas en un nuevo servicio para compartir todo lo que aprendió sobre tener ideas y ponerlas en acción: un taller para personas que quieran descubrir y trabajar hábitos creativos.
Lou nos cuenta en primera persona cómo fue esa transición que la llevó a reinventarse como emprendedora:
Me acerqué a Claudina luego ya de un tiempo de crisis con la encuadernación. No la estaba disfrutando pero era mi medio de vida, no tenía ahorros y no me animaba a un cambio (que tampoco tenía muy en claro hacia dónde iba a ser). Me llevó un tiempo pero fue decantando solo. En primer lugar, no hice un cambio drástico: aún hoy conviven los resabios de la encuadernación con lo nuevo. Lo estoy haciendo gradual. Por otro lado, la crisis y las dificultades para vender me facilitaron la decisión: preferí arriesgarme a probar cosas que quedarme con lo conocido.
Uno de los puntos de apoyo, y en el que aún estoy trabajando, es estabilizar la economía, para ganar la libertad de explorar. Surgió la idea de sumar un servicio, los talleres, pero yo había dado de encuadernación y no me sentía cómoda. No fue hasta que pude armar el Lab de ideas que me di cuenta que el problema no estaba en dar talleres, sino en el tema. En paralelo me animé a vender mis propios diseños (siempre había trabajado con ajenos) y sigo explorando por ese lado.
Un motor para mí importante es la intuición: a veces no sé para dónde ir pero sé lo que no quiero, y me voy guiando. Sólo me juego por ideas que sé que puedo defender en la cancha, porque mi marca soy sólo yo y doy la cara a diario. Pero cuando acepto un camino, le doy raíz.
Con el cambio gané seguridad, porque pude superar una crisis y reinventar mi marca, algo que me parecía muy difícil. Quizá perdí algunos clientes, que siguen buscando los cuadernos. Pero disfruto más el día a día, y va llegando público nuevo.
A alguien que empieza le sugiero que siga su intuición. Es genial escuchar toda la información disponible de experiencias ajenas, pero no todas las empresas van de A a B a C. Ir por el lado de la intuición tal vez no cree una multinacional, pero hará una marca genuina, coherente y única.
¡Gracias Lou por compartir tu historia! Quienes quieran seguir inspirándose en el camino creativo, les recomiendo que conozcan el Lab de IDEAS de Lou:
La próxima edición es el 26 de agosto y si se contactan directamente con Lou mencionando a Glimar tienen un beneficio especial. La encuentran en cualquiera de sus redes:
¡Hasta la próxima!